John Paul DeJoria hoy lidera una compañía millonaria de belleza, pero su infancia fue una pesadilla, formó parte de pandillas y hasta vivió en la calle.
¿Cómo salió adelante?
Aprendiendo a vender.
Primero enciclopedias, luego, productos de belleza.
Y fue ahí donde descubrió el gran secreto que lo llevaría a crear su propia empresa y escalar hasta el infinito y más allá.
Su secreto, además de pensar la venta no como una transacción sino más bien como una relación fue...
La demostración de producto. Vos dirás ¿Y cuál es la novedad?
La novedad es el momento en el que demostraba cómo funcionaba el producto.
Imaginas que alguien te cuente el final de una película antes de verla, te quita suspenso, intriga, deseo, todo.
Lo mismo pasa con la demostración de producto.
Saber elegir el momento, es clave.
Él tenía un guión y solo presentaba el producto cuando había logrado crear expectativa y deseo, pero además, lo más importante, entendía qué era lo que en realidad quería comprar el cliente.
¿Cuál es la gran lección de esta historia?
Vender es cómo seguir una receta, si pones la tarta en el horno antes de tener todos los ingredientes, probablemente, el sabor no sea el mismo y hasta le arruines la cena a tu familia.
Con las ventas pasa lo mismo.
Podes tener todos los ingredientes, para saber en qué momento conviene usar cada herramienta, es la diferencia entre vender mucho o vender poco.
Y para eso esta el Storytelling aplicado a venta, que te enseña cómo, cuándo, dónde, a quién y por qué usar cada herramienta.
Y vos ¿En qué momento demuestras lo que tu producto o servicio puede hacer por el cliente?
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