¿Empezar es suficiente para ser un Emprendedor, Vendedor o Comerciante? La Cruda Verdad

Seamos sinceros: abrir un negocio no te convierte automáticamente en comerciante. 

Empezar a vender no te convierte en vendedor. Y dar los primeros pasos no te hace, de golpe, un emprendedor.

Aunque suene duro, hay mucha "sanata" dando vueltas sobre esto.

Si nunca emprendiste, si nunca vendiste o nunca tuviste un comercio, lo más lógico es que al principio te cueste, y mucho.

Los primeros años suelen ser una montaña rusa.

No es falta de motivación o pesimismo; es realismo puro.

Es tan grande el desafío de emprender que, si abrís una pizzería casi sin experiencia y esperas vivir de ella en dos meses, lo más probable es que la frustración te golpee fuerte.

La Leyenda del Cóndor y la Transformación Personal

Hay una historia fascinante sobre el renacimiento del cóndor que ilustra esto a la perfección. 

Cuentan que a los 40 años, el cóndor está tan viejo que apenas puede volar y su pico está completamente desafilado. 

Tiene dos opciones: dejarse morir o iniciar un proceso brutal de transformación.

Literalmente, debe romper su pico contra una roca, en un proceso que dura un mes. 

Imaginate la violencia: golpearte el tabique nasal una y otra vez. 

Luego, esperar un mes a que le nazca un pico nuevo.

Y con ese pico recién formado, arrancarse las plumas viejas para que le crezcan unas nuevas.

Bueno, eso es exactamente lo que necesitamos hacer cuando empezamos a emprender, a vender o a tener un comercio.

Tenemos que desarmar nuestro chip de empleado, empezar a escuchar otras voces, a pensar y soñar con una mentalidad diferente. 

Y eso, amigos, lleva tiempo.

Paciencia, Trabajo Duro y la Gran Recompensa

Ese tiempo no se resuelve solo viendo videos inspiradores de TikTok o Instagram. 

No. Esto es pico y pala, como diría Scaloni.

Te lo cuento porque en el mundo de la venta directa y las franquicias, a menudo se pasa por alto esta realidad. Se le habla a la gente como si ya fueran emprendedores o vendedores natos, cuando en realidad están en plena transición.

Lleva tiempo, más del que uno quisiera.

Pero la verdad es que cuando hacés el giro total, cuando te comprometés de verdad con ese proceso de transformación...

¡Te volvés imparable!

Si estás al comienzo del camino o en el medio, paciencia. 

Aprendé todo lo que puedas, y desaprendé aún más. 

Y sobre todo, sabé que lo que estás haciendo hoy es solo el comienzo de algo gigante.

¡La recompensa que te espera es enorme!

Te mando un abrazo inspirador.