Resulta que dos emprendedores tenían dos ideas brillantes.
Se encontraron, el mismo día, con el mismo empresario que, sabían, invierte mucho dinero en ideas o negocios.
Ambos utilizaron casi la misma cantidad de palabras.
Sin embargo, uno consiguió la reunión y el otro no.
El primer emprendedor le dijo al inversionista:
—¿Me daría una reunión para presentarle una idea de negocio que le va a gustar?
—Lo siento, no tengo tiempo.
El segundo sí consiguió la reunión al preguntar:
—Si le muestro cómo esta idea podría duplicar su rentabilidad, ¿podemos agendar una reunión corta?
Para esto sirve aprender Pitch. (Y muchas cosas más)
Hay gente que le encanta vivir frustrada y quejarse de que nadie le da una oportunidad.
Otros, en cambio, se ocupan de estar listos para cuando llegue esa oportunidad.
No te conozco, no sé si eres de esas personas a las que les gusta sufrir y quejarse del mundo...
O si eres de los que van para adelante como una topadora.
Ojalá seas una topadora.
Nos vemos en el curso.
Ah, y si te parece un fraude, tienes una semana para pedir la devolución del dinero. No te pregunto nada.
Abrazo inspirador,
Gonza