¿Estás listo para entender por qué algunos venden millones… y otros, con el mismo producto, no venden nada?
Esta historia lo demuestra.
Tiene más de 100 años, pero sigue pasando todos los días.
Ohio, 1879. James Ritty tenía un bar. Y un problema: sus empleados le robaban.
Así que inventó algo genial: Una máquina que hacía “cling” cada vez que alguien cobraba.
La llamó “La caja incorruptible”. Fue la primera caja registradora del mundo.
Pero cuando fue a mostrarla a los comercios, escuchó esto:
—“¿Y esto para qué sirve?”
—“Hoy no puedo gastar en eso…”
—“Vení mañana…”
Te suena, ¿no?
Tenía una gran idea. Pero no sabía contarla. No sabía venderla.
Y la historia terminó como muchas: la vendió por dos mangos.
Otro la compró, y también la revendió frustrado.
Hasta que apareció John Henry Patterson. Y ahí todo cambió.
Patterson no inventó la caja. Inventó el sistema para que la caja se venda.
Y eso hizo toda la diferencia.
No fue un cambio tecnológico. Fue un cambio de enfoque:
Escribió el primer manual de ventas paso a paso.
Dividió el país por zonas y creó los “territorios de ventas”.
Hizo control diario, lo que hoy llamaríamos CRM.
Fundó la primera Escuela de Ventas.
Enseñó a escuchar objeciones y usarlas para cerrar.
Mientras Ritty se quejaba de que nadie lo entendía, Patterson construyó una legión de vendedores.
Y cambió para siempre la historia del comercio y las ventas
¿Por qué esta historia debiera importarte?
No gana el que inventa el producto. Gana el que persuade.
No gana el que tiene razón. Gana el que sabe venderla.
Y para vender no basta la intuición o el conocimiento del mercado
Debes tener un proceso claro, paso a paso de cómo se vende y que sea fácil de replicar.
¿Tu negocio depende de la intuición o de un proceso claro?
Si sientes que te negocio es como un barco a la deriva, sin brújula ni gps, reserva una llamada aquí.
Te ayudaremos a descubrir tu “modo Patterson” de vender
Te mando un abrazo inspirador