La tramposa y efectiva acción de marketing de un sacamuelas de la edad media que no te conviene aplicar a tu negocio o marca personal.

 Por Gonzalo Otálora*

Nada más doloroso que un dolor de muelas. Ayyyy!!!

Ahora, imagina sin anestesia, sin dentista. La única solución, años atrás, era SACARTELA CON UNA TENAZA.

Ya me duele de solo pensarlo.

Suponte que eres un sacamuelas y tienes mucha competencia.

¿Cómo te diferencias para que te elijan a ti y no a un competidor?

Precio, calidad de servicio, atención o...acá viene la trampita.

Te saco las muelas sin dolor.

¿Cuál eliges tu?

Yo también, sin dolor.

Aquí viene lo mejor.

Hubo un sacamuelas que no tenía ninguna habilidad en especial pero se hizo famosos por su increíble "VIRTUD" :

Difundir el rumor que aquellos que gritaban cuando ÉL sacaba una muela, era prueba irrefutable de infidelidad y brujería.

En plena edad media, donde la inquisición quemaba personas por una simple sospecha y llega este sacamuelas...¿Qué hubieras hecho tu?. Lo mismo que yo, me aguanto el dolor porque lo que está en juego es mi vida.

Así las cosas .el negocio de este rufían no pasaba por aquellos que sufrían el dolor, sino familiares, "amigos" y desconocidos que lo contrataban para verificar si el otro era un infiel o un brujo.

Este tipo de estrategia, engañar, acomodar los hechos o mentir pueden ser efectivas a corto plazo. Pero siempre, siempre, vas a ganar más siendo honesto y prometiendo lo que realmente podemos cumplir.

Esto es marketing ético o storytelling honesto, todo lo demás es comportarte como un vil sacamuelas de la edad media.

¿Tú, de qué lado estás?

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