Receta para un pitch sólido

 Por Gonzalo Otálora

Hay muchas aproximaciones sobre qué es un pitch. A mí me gusta pensar que un pitch es CONTAR.

Porque un pitch se trata de COMUNICAR, con un OBJETIVO claro (que siempre conviene que sea claro antes de cerrar la reunión en la cual vas a pitchear), para buscar un NEXO entre ambos propósitos, TOMANDO las riendas de la dirección de tu negocio, AYUDANDO a fortalecer oportunidades en conjunto y REVELANDO una solución y una búsqueda.

Vayamos por partes.

Comunicar con un objetivo claro y que tiene que estar pautado previamente es esencial.

No podemos pitchear sorpresivamente si el ambiente no es el correcto porque no se percibe como una actitud profesional y es poco empática porque no sabemos en qué momento está el otro.

No es pitchear o morir: es construir una relación a largo plazo. Si nosotros no construimos el ambiente para presentar lo que hacemos, corremos el riesgo de que el otro nos menosprecie porque nosotros lo estamos menospreciando.

Construí la relación, estudiá el momento del otro. Presentalo con el amor y el respeto que se merece.

Buscar un nexo entre ambos propósitos es importantísimo: no pitcheo siempre igual, no siempre el que me escucha busca lo mismo.

Si estudié el panorama, si entiendo quién es el otro, entiendo cómo podemos hacer negocios que sean beneficiosos para los dos.

Porque de eso se trata: de que sea ganancia para ambos, sino estás yendo a pedir un préstamo.

“Tomar las riendas” es una metáfora que sirve para que nos hagamos cargo de las oportunidades que salimos a buscar y de las que dejamos pasar.

De cuál es la dirección y velocidad que le queremos dar a nuestra empresa: ¿Cuál es el socio que queremos y cuál no? ¿Cómo hacerle más fácil la vida al cliente? ¿Cómo crecer juntos?

AYUDANDO a fortalecer oportunidades en conjunto es el corazón del impacto de lo que hacemos. Ninguna de nuestras empresas o proyectos está aislada de un ecosistema, de una comunidad, de vidas que impactamos.

El que trabaja con nosotros, el que nos compra, el que nos busca. Son oportunidades de tener un impacto positivo, de marcar la diferencia desde el por qué hacemos lo que hacemos.

De involucrar a otros en nuestra causa y con eso potenciar nuestro alcance.

REVELANDO una solución y una búsqueda. ¿Qué tipo de persona sos? ¿Cuáles son tus valores? ¿Por qué elegís hacer lo que estás haciendo?

Estos ingredientes tienen que estar y llevan un tiempo de cocción que es casi a baño María: lo más importante acá es entender cuál es el tono que te favorece, cuál es el mejor momento para el otro.

Para construir la relación tenés que CONTAR al otro, para contar con el otro.

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